- Lidia Cáceres, portavoz en el ayuntamiento, denuncia que “Pedro Quevedo y NC han puesto al gerente de la sociedad Hotel Santa Catalina a controlar a sus socios”
Lidia Cáceres, portavoz municipal de Cs en el Ayto de Las Palmas de Gran Canaria
La portavoz de Ciudadanos (Cs) en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Lidia Cáceres, ha señalado la “desconfianza que algunos de los concejales integrantes del grupo de gobierno han manifestado sobre la gestión de la Sociedad de Promoción de Las Palmas de Gran Canaria”, que tiene competencias en Carnaval, Turismo y Cultura “y que ha destacado por su opacidad y poca transparencia a la hora de mostrar facturas y contratos”, ha alegado Cáceres.
En la comisión de pleno celebrada esta mañana, Pedro Quevedo, concejal de Turismo, Empleo y Desarrollo Local e Igualdad, Diversidad y Solidaridad, llegó a decir a preguntas de Cáceres sobre el trabajo que desarrolla el gerente de la empresa municipal Hotel Santa Catalina, Luis Rodríguez Neyra, que “está haciendo un trabajo excelente y exhaustivo en su labor de control de la Sociedad de Promoción”, debido a que “ha estado actualizando las cosas de los tres años en los que no ha habido gerente antes”.
Cáceres ha alertado sobre esta situación “en una Sociedad que cuenta con su propio gerente desde hace mucho tiempo, pero del que parece que no se fía Pedro Quevedo”, ya que “ha puesto a fiscalizar el trabajo de los asuntos referentes a Turismo a una persona que, sin embargo, tiene otros cometidos en su contrato”.
Según la edil de Cs, detrás de estas “declaraciones y acusaciones de Quevedo” se esconde “la maniobra anunciada por NC de poner en marcha su propia sociedad municipal, que se desprenderá de Cultura y Carnaval, para fusionarse con la sociedad municipal Hotel Santa Catalina, que tiene como única competencia “cobrar el canon anual a la empresa que explota el Hotel Santa Catalina”.
Para Cáceres, “esto es una nueva demostración de la política del expolio de lo público que distingue a NC”, y ha recordado que “ya denunciamos en su momento este artilugio sin proyecto, sin ficha financiera, un nuevo chiringuito que bajo el nombre del Hotel Santa Catalina se iba a perpetrar”, colocando como director a “un amigo de la casa a razón de 60.000€ al año”, pero “para la que no hay ni actividad ni empleados”. De hecho, “se limita a canalizar cada año el canon de 600.000€ que Barceló transfiere al Ayuntamiento por el hotel Santa Catalina”.