Hace unos días se publicaba un sondeo sobre la opinión de los vecinos de uno de los lugares más antiguos de toda Canarias, fundado en 1497, que no es otro que el pueblo costero de San Andrés, en Santa Cruz de Tenerife. Este sondeo de opinión otorga un suspenso al equipo de gobierno (CC y PP) por su dejadez y falta de visión, porque han convertido un lugar de excepción en un espacio de deterioro e improvisación que recoge el reflejo de las políticas aplicadas en toda la ciudad.

Este hecho pone de manifiesto la poca preparación y la falta de reflexión de una administración que debería ser seria y tener en cuenta el patrimonio histórico de un lugar de estas características. Sin embargo, nos tiene acostumbrados a continuos parcheos que reflejan que no existe un modelo de ciudad.

 

Una de las estrategias políticas de esta ciudad debe estar enfocada a iniciativas que fomenten nuestro litoral, potenciando nuevas actividades en relación con el turismo y la experiencia de aquellos que deciden visitar la capital. El chicharrero, a través de estas iniciativas, debe poder apreciar la cultura del mar, así como las características culturales que se han perdido y que, sin duda alguna, son la asignatura pendiente del gobierno actual.

 

Al hablar de cultura, primero tenemos que señalar la incultura impuesta en los últimos 25 años, ya que se ha perdido la referencia a los elementos materiales y simbólicos que siempre han caracterizado a la capital. Y yo me pregunto, ¿por qué esa destrucción de lo auténtico y su historia, si precisamente ha sido la garantía de futuro en todo el Mediterráneo? La realidad es que no se puede evitar que el patrimonio cambie con el paso del tiempo, pero hay que intentar no perder su esencia y vincularlo de forma dinámica a procesos económicos que construyan memoria social.

 

Las actividades propias de un lugar con historia como San Andrés deben cuidarse, y no convertirlas en un proceso de transformación y deterioro que solo contribuyen a su desaparición, que es una consecuencia directa de la incapacidad del gobierno municipal a la hora de conseguir que convivan las actividades terciarias, turísticas, económicas e inmobiliarias.

 

La difusión de la historia de San Andrés debe abordarse desde la investigación documental, el rescate de testimonios y la recuperación del registro fotográfico o recreaciones literarias, así como desde el estudio de nuestro pueblo y su cultura, porque si no es así, nunca conseguiremos sobresalir por nuestras características tan peculiares. Necesitamos de actividades, revistas, libros, informes y artículos de prensa, páginas web y exposiciones con material recabado, para poder definir quiénes somos y en qué nos diferenciamos.

 

Ciudadanos propuso en sus alegaciones al Plan Especial de las Teresitas una serie de propuestas sobre movilidad con el fin de solucionar los atascos y mejorar los accesos. Todo ello a través de una iniciativa firme sobre la elaboración de un plan de mejora del transporte público para San Andrés, acorde al desarrollo urbanístico propuesto para los próximos diez años. Además, demandamos un proyecto más integrador en la conexión entre la playa de Las Teresitas y el pueblo de San Andrés, aunando modernidad y los valores históricos y tradicionales.

 

San Andrés es uno de los núcleos poblacionales más antiguos con los que cuenta Santa Cruz de Tenerife, por lo que ya es hora de que todas estas cuestiones sean resueltas por los gobernantes municipales que, hasta el momento, han mirado para otro lado, ignorando esta realidad manifiesta. Los vecinos de este pueblo costero merecen que de una vez por todas se les de la posibilidad de vivir en un entorno cualificado, respetando su tradición y cultura, y que, sin duda alguna, suponga una mejora significativa en su calidad de vida.

 

*Enrique Rosales es portavoz municipal de Ciudadanos (Cs) en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife.