Este es un artículo que no quiero escribir, sobre un hecho que no debería producirse tan a menudo, y que por desgracia parece que al Gobierno no le interesa. Son unas letras en las que quiero poner negro sobre blanco acerca de un deceso que no debería pasar cada 26 días, según la gran mayoría de estadísticas.
Hoy, otra vez, nos hemos encontrado con la lamentable noticia del suicidio de otro compañero de la Guardia Civil en Canarias, en concreto en la isla de Tenerife. Un colectivo que tristemente es noticia por un hecho de esta magnitud trágica para todos, en lugar de serlo porque se cumplen algunas de las reivindicaciones que llevan años haciendo. Todo mi apoyo a los amigos y familiares.
Desde el año 2001 está activo un Plan de Prevención de Conductas Suicidas, que tal y como se ha visto no ha funcionado como debería hacerlo. Es momento de hacer retrospección y, sin partidismos ni electoralismos, aunar voluntades para encontrar soluciones a esta situación que cada año desgaja familias enteras, por el gran drama oculto que vive la Guardia Civil.
Quizá sea momento de escuchar las reclamaciones de los propios agentes, e instalar armeros en todos los cuarteles, para que ni un Guardia Civil más se lleve el arma a su casa al terminar el servicio.
Es posible que la solución pase por mejorar los tratamientos y las detecciones de posibles problemas mentales, tales como depresión, ansiedad, estrés y otros, que les puedan afectar para realizar una labor en la que constantemente se exponen a complejas situaciones que a veces son difíciles de asimilar por la sociedad civil.
Tampoco sería raro que se escucharan las demandas de los propios guardias, que solicitan que los tratamientos psicológicos se hagan por personas ajenas al cuerpo, para así poder recibir un tratamiento civil a un problema de índole mental.
Desde el año 1990 se han producido más de 430 suicidios, lo que da una media aproximada de uno cada veintiséis días. Lo que no es de recibo por parte de los representantes públicos es mirar para otro lado y obviar un gravísimo problema que existe en el colectivo de los Guardias Civiles que cada día arriesgan su vida por el conjunto de los españoles.
Desde Ciudadanos estamos plenamente comprometidos con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, y por ello, trabajaremos para implementar soluciones que les permitan desarrollar su labor con mayores garantías.
No puedo cerrar mi artículo sin enviarle mi más sincero abrazo a familiares y amigos del compañero fallecido, así como mi profundo reconocimiento a la labor que este colectivo realiza cada día.
Descansa en paz.
* Igor Suárez es secretario de Comunicación de Ciudadanos (Cs) Canarias