Artículo de opinión de Beatriz Correas

Casi todos nos hemos visto, en algún momento, en la necesidad o con las ganas de reformar nuestra casa. Nos planteamos qué queremos, vemos lo que nos costaría, pedimos presupuesto y según nuestros recursos y las prioridades que tengamos realizaremos la reforma. Dicha reforma puede ser debida a dos causas: por necesidad (pared agrietada, ampliar un dormitorio o hacer otro…) o porque queremos un valor añadido a nuestra vivienda que nos la revalorice (puertas de seguridad, pisos de madera, etcétera). En definitiva, vemos el capital del que disponemos e invertimos en las reformas necesarias y en las que nos generan un valor añadido.

Beatriz Correas, concejal y portavoz de Ciudadanos (Cs) en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.

Quizás me tachen de simplista, pero esta misma actuación la traslado al ayuntamiento en materia de inversión: analizar las necesidades prioritarias (reposición de viviendas, infraestructuras, política social, políticas económicas y de generación de empleo…) y analizar las inversiones que me van a generar un valor añadido, que van a revalorizar nuestra ciudad, es decir, proyectos estratégicos que van a posicionar nuestra ciudad y tendrán como consecuencia un crecimiento económico.

 

Y es aquí donde tenemos el problema con el tripartito que gobierna nuestro municipio (PSOE-NC-LPGC Puede): con casi tres años de mandato no han sido capaces de presentar un proyecto de ciudad, ni de realizar un plan estratégico de barrios, ni de ejecutar la totalidad del presupuesto. Los únicos proyectos que han puesto en marcha son los heredados del anterior mandato del PP, muchos de ellos incompletos y copiados literalmente, sin revisarlos ni adaptarlos.

 

¿Cómo vamos a apoyar un presupuesto sin conocer las necesidades reales de nuestro municipio?  De la misma forma que no podemos aprobar un presupuesto sin saber la reforma que necesita nuestra casa, tampoco podemos aprobar una partida sin tener un análisis de cada uno de los barrios de nuestra ciudad. Debemos conocer, para cada barrio, las necesidades en infraestructuras, en deporte, en vivienda; la situación de riesgo de exclusión social, en educación, en sanidad, en transporte; la actividad económica y los modelos de negocios posibles. Y cuando conozcamos estos indicadores, debemos averiguar el coste necesario para solventarlo con el fin de priorizar las actuaciones.

 

Con esta información sí podemos elaborar un presupuesto real que permita solucionar las desigualdades entre los barrios, que ayude a que cada uno de ellos crezca social y económicamente. Esto señores, es un Plan Integral de Barrios, algo a lo que se comprometieron y no han cumplido, algo que presentamos como moción al pleno municipal y que rechazaron porque esto implica trabajar, mucho esfuerzo, y no parece que estén dispuestos ni capacitados.

 

Se han llenado la boca diciendo que tenemos deuda cero, lo que es verdad, aunque no gracias a ellos. Y lo que hacen es incrementar la presión fiscal que arrastramos desde la crisis cuando tienen la oportunidad perfecta para rebajarla. El afán recaudatorio del tripartito no tiene límites, aunque sea a costa de los vecinos y del progreso económico de nuestra ciudad. Con el superávit que tenemos (unos 16 millones), una vez cancelada la deuda y el incremento de transferencia, se podría haber rebajado el IBI para todos los ciudadanos del municipio, aumentando así su poder adquisitivo y sus posibilidades de gasto y consumo (coste de unos 8 millones). Se podría haber rebajado el IBI para las empresas del Puerto, incentivando la implantación de nuevas empresas (alrededor de 500.000 euros). Se podría haber derogado la tasa por apertura de negocios, facilitando al autónomo la puesta en marcha de nuevos comercios (coste unos 450.000 euros). Pero no quieren. Seguramente lo harán el próximo año, en plena campaña electoral, poniendo una vez más en duda nuestra inteligencia. ¡Vamos! Tomándonos por tontos y cortitos de memoria.

 

Lo peor de todo este asunto es que el único proyecto que nos presentan como estratégico y, por lo tanto, con valor añadido para nuestra ciudad, es la famosa Metroguagua (que tampoco es de ellos, recuerden que en el mandato de Saavedra se optó por una triangular Teatro-Siete Palmas-Santa Catalina y no es el que ponen en marcha). Este proyecto cuenta con el rechazo social, básicamente por el trazado que se plantea; y cuenta con el rechazo de mi partido por los siguientes motivos: no está aprobado en sesión plenaria; no se sometió a información pública; no se pudo presentar alegaciones; no se ha llevado a pleno, ni comisiones de pleno, la autorización para que Guaguas Municipales tome las riendas para realizar obras en nuestra ciudad; no es potestad de Guaguas. Con estos hechos han conseguido saltarse toda fiscalización sobre dichas obras, por lo que, bajo nuestro punto de vista, será el gran agujero económico de este mandato.

 

¡Sí señores! Tenemos un buen incremento del presupuesto, pero será pan para hoy y hambre para mañana, debido a la malísima gestión de este equipo de gobierno por no tener un proyecto de ciudad.

 

*Beatriz Correas es portavoz municipal de Ciudadanos (Cs) en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria