En la tierra donde vivo convive el mar con la lava, el picón con la aulaga. Vengo de un lugar donde el alisio nunca descansa, donde el sol no se esconde y las gentes duro trabajan.
Lanzarote, una de las islas más antiguas de Canarias, es particular por sus condiciones medioambientales. Es una isla hostil y encantadora al mismo tiempo, y en ella se enmarca Tinajo, uno de los municipios más destacados de la isla. Un lugar donde se detuvo el tiempo hace ya mucho y donde todo permanece inmutable ante los cambios del presente.
No hemos tenido la suerte de las islas más occidentales, donde el cielo regala lluvia con frecuencia, pero hemos tenido el tesón y la perseverancia de luchar por lo nuestro y buscar alternativas a las adversidades, tarea que no nos ha sido nada fácil.
Gracias a grandes figuras pioneras, como el magnífico César Manrique, hemos conseguido sostener un modelo económico basado en el turismo, pero no hemos perdido ni un ápice de nuestra esencia, esencia de enarenados enteros cubiertos de rofe, de inmensas plantaciones de cebollas, millo y batatas. Esencia de pequeñas falúas ‘corriquiando’ la costa para traer alguna viejita a la casa. Esencia de mujeres con sombrero recogiendo la cosecha y mirando al futuro con decisión y fortaleza.
Esa es nuestra seña de identidad conejera, una identidad marcada por la lejanía y la dificultad del más duro aislamiento. Una identidad que nos demuestra que no hay imposibles mientras tengamos por quién luchar. Para saber a dónde vamos debemos tener bien presente de dónde venimos, porque la defensa de nuestro patrimonio histórico no ha de ser incompatible con el desarrollo social y económico.
Vivimos en una nueva época en la que los valores tradicionales se están perdiendo. Donde los modelos familiares están cambiando y el clima que nos conforma se torna cada vez más adverso. Y es por eso que debemos adoptar nuevas medidas políticas que nos permitan seguir luchando por nuestra supervivencia sin perjudicar con ello el entorno natural que nos rodea.
Debemos ser conscientes del gran potencial energético que tenemos en nuestro mar, en nuestro interior geotérmico y en nuestro viento, introduciendo nuevos modelos de obtención de energías renovables. Conscientes de la alta calidad de nuestros productos agrícolas y de la riqueza de nuestros fondos oceánicos, fomentando el consumo ecológico y de proximidad.
Debemos ser partícipes y proactivos en la conformación de un nuevo estilo de vida sostenible para asegurar nuestro bienestar y el futuro de nuestra progenie.
De los imposibles nacen milagros y Ciudadanos está aquí para obrarlos.
*Yakira Curbelo es la candidata de Ciudadanos (Cs) a la alcaldía del Ayuntamiento de Tinajo