• Enrique Rosales apunta que“no entiende la satisfacción que siente el equipo de gobierno (CC y PP)”, ya que “cuatro años son suficientes para generar una cifra más elevada”

 

El grupo municipal Ciudadanos (Cs) ha denunciado este martes que “el dato ofrecido por el equipo de gobierno (CC y PP) sobre el impacto económico del evento de ‘Ven a Santa Cruz’ no solo es irreal, sino que además es insuficiente”.

 

Así lo ha indicado el portavoz municipal de Cs en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Enrique Rosales, quien ha señalado que “una vez más Coalición Canaria y el Partido Popular utilizan la propaganda para ocultar su mala gestión”. Y ha apuntado que han pretendido “confundir a los chicharreros”, ya que han manifestado que el programa de ‘Ven a Santa Cruz’ ha dejado “seis millones de euros sin especificar claramente que ha sido durante estos últimos cuatro años”. 

 

Enrique Rosales, concejal y portavoz de Cs en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife

“La realidad es que el verdadero impacto económico ha ascendido tan sólo a 125.000 euros por evento en sus 48 intervenciones”, ha matizado el representante de Cs.

 

En este sentido, el edil de Cs ha apuntado que “CC y PP son hábiles presentando datos irreales que despisten a los santacruceros”, pero “no lo son a la hora de estudiar las estadísticas de años pasados”, ya que “en 2014 los negocios chicharreros que abrían sus puertas durante las jornadas de ‘Ven a Santa Cruz’ ascendían al 70%, frente al 56% de esta última edición”.

 

“El equipo de gobierno sigue aplicando una política en la que existen ciudadanos de primera y de segunda”, ha reiterado Rosales, quien además ha recordado que “la zona comercial de la capital tinerfeña no puede centrarse solo en el centro”, puesto que “Santa Cruz de Tenerife es mucho más que su núcleo central”.

 

Finalmente, el portavoz municipal de Cs ha solicitado al equipo de gobierno que “demuestre el cálculo real del impacto económico a partir de una metodología fidedigna, propia del siglo XXI”,  para que así pueda abandonar de una vez por todas “la literatura que solo habla de la Sociedad de Desarrollo”, y que solo muestra “la ausencia de garantías a la hora de planificar y ejecutar sus funciones”.