Dos años llevamos ya y este gobierno todavía sigue actuando como en los 100 primeros días de gracia: sin preparación para la gestión municipal, sin proyectos propios, sin planes estratégicos para nuestra ciudad.
Podríamos estar hablando todo el día sobre la baja ejecución del presupuesto (sobre todo en inversiones reales y política social), sobre los enfrentamientos dentro del tripartito, que no se ponen de acuerdo en temas como la apertura dominical, el hotel o el teleférico. Que tienen en total abandono a los barrios más desfavorecidos y son incapaces de establecer un plan integral de barrios.
Y, ¿qué me dicen de la participación ciudadana? Se pone en marcha una estupenda herramienta web, pero no se utiliza, dicen que consultan con los vecinos sobre diversos temas y mienten, como es el caso del Plan Director de Mesa y López. Hacen una votación para cambiar el nombre de una calle, pero no son capaces de consultar a la ciudadanía sobre un gran proyecto como es la Metroguagua.
Están creando una frustración entre los vecinos con los Consejos de Participación Ciudadana ¿Saben que en el Cono Sur se aprobó desmantelar la depuradora de Barranco Seco y dedicar esos terrenos para el disfrute de los vecinos? Imagínense el contento de los vecinos creyendo que se van a quitar esos malos olores y que van a tener un gran parque y el malestar que se generará cuando vean que es totalmente inviable, que no se va a realizar.
Y, así, podríamos seguir: el problema del taxi, conseguimos que se apruebe la regulación de licencias pero siguen sin contar con ellos para debatir y consensuar las medidas que les afectan, seguimos sin tener una mesa del taxi.
Y, para remate de la puñeta, se olvidan de pagar la luz. ¡Ayyyyy, qué habremos hecho para merecer esto!
Lo dicho, tres indicativos del trabajo del tripartito: previsión, improvisación y gestión municipal. Desgraciadamente sólo aprueban en la improvisación. Eso sí, con matrícula de honor.