Artículo de opinión de Beatriz Correas
Algo tan sencillo como levantar la mano, cuando estamos en la calle, nos permite el traslado puerta a puerta.
Soy una asidua del taxi, mis problemas físicos me impiden, como a muchas personas, realizar trayectos andando y el taxi me soluciona esta situación. Lo paras, te montas y, en mi caso, suelo pasar el trayecto charlando con el conductor. Podría decir que he tenido la gran suerte de que siempre me toque un taxista amable y que comparta conmigo esos minutos de charla, pero prefiero creer que esa es la tónica general, que nos muestran su cara amable cuando, la realidad, es que este sector lleva décadas sufriendo el intrusismo, los incumplimientos de la ley y las diversas irregularidades que se van a detallar.
Para obtener una licencia de taxi, el primer requisito es ser autónomo, persona física, no jurídica, ya que no se conceden licencias a empresas.
Y, ¿quién puede trabajar el taxi? El titular de la licencia, los asalariados que el titular contrate e, incluso, autónomos colaboradores (familiares directos que no trabajen por cuenta ajena). Por supuesto, siempre que cumplan los requisitos que marca la ordenanza municipal.
¿Qué sucede cuando un titular se jubila? Si la jubilación es activa (jubilación parcial), puede seguir manteniendo la licencia, puede tener autónomos colaboradores y asalariados.
Pero si la jubilación es total, y recuerden que hablamos de personas físicas, no jurídicas, al perder su condición de autónomo no puede contratar asalariados ni tener autónomos colaboradores (porque son colaboradores de un trabajador autónomo) y la única vía legal que le queda es el traspaso de la licencia.
Y esto no se está cumpliendo. No se realizan las inspecciones oportunas por parte del ayuntamiento, por lo que se ha venido permitiendo que los jubilados cedan, sin perder la titularidad, su licencia a personas que la administran a cambio de un beneficio para el titular (los denominados floteros). Se ha venido permitiendo que los familiares del jubilado trabajen el taxi como autónomos colaboradores cuando la realidad es que, al perder la condición de autónomo, ya no puede tener colaboradores
Son muchas las actuaciones que se han llevado a cabo por los diferentes gobiernos que ha tenido esta ciudad pero, bajo mi humilde opinión, creo que no se ha atacado el problema desde la base. Y esa base debe ser el cumplimiento de la ley, que conlleva la regularización de la titularidad de las licencias concedidas, y que se articulen los mecanismos necesarios para que los traspasos que pudieran haber de licencias se realicen de la mejor manera posible, para que esos traspasos impliquen incrementar el parque de taxis adaptados y beneficiar a los asalariados, pudiendo estabilizar su situación laboral.
El pasado viernes, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria se comprometió, con la aprobación por unanimidad de la moción presentada por Ciudadanos (Cs), a regular la titularidad de las licencias del taxi. Esperamos, y deseamos, que esto no quede en una mera declaración de intenciones y se pongan manos a la obra para dar cumplimiento a lo aprobado en el pleno.
Nuestra ciudad está cambiando, tiende a la peatonalización de calles, fomenta el uso de la bicicleta y apuesta por otros medios de transporte, como es la Metroguagua. Todos estos cambios también pueden afectar al sector del taxi y, como servicio público que es, debemos tenerlo en consideración, ya que beneficia a muchos ciudadanos de nuestro municipio, especialmente a aquellos que, por rapidez o por distintos tipos de discapacidades, necesitan un traslado puerta a puerta.
*Beatriz Correas es portavoz municipal de Cs en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria