Artículo de opinión de Enrique Rosales

Santa cruz de Tenerife se parece ya a una de esas ciudades romanas en decadencia que terminaron por desaparecer debido a la desacertada gestión de sus emperadores. La capital está viviendo una falta de reflexión total sobre su futuro. Una etapa marcada por promesas interminables, con planes a largo plazo para tapar la falta de ideas y de modelo, sobre todo económico y social. No se trata solo de vender sueños, sino que es necesario que estos se ejecuten, y que sean eficientes y de calidad. En definitiva, hace falta un plan inteligente que le haga la vida más fácil a los ciudadanos.

 

No hay proyectos a corto plazo, solo promesas electorales que probablemente se queden en el aire. El gobierno local (CC y PP) emplea su tiempo en anunciar planes para 2030, pero no tienen un plan para ahora, a pesar de que Santa Cruz de Tenerife es uno de los municipios de Canarias con más desempleo (con 24.000 parados). A ello, hay que sumar que 27.000 chicharreros necesitan de atención social, hecho que demuestra que las políticas municipales no están dando resultado.

 

Y yo me pregunto cómo van a soñar nacionalistas y populares con un acuerdo para recuperar los terrenos de la refinería, si luego no son capaces de finalizar ni un solo plan de Urbanismo. El Plan General de Ordenación (PGO) de la ciudad está suspendido, el patrimonio olvidado, y el barrio de El Toscal cayéndose a trozos por la falta de gestión.

 

No se puede seguir dando titulares a la ciudadanía con efectos propagandísticos, para así esconder las graves carencias de su gestión y la paralización que vive desde hace años la capital tinerfeña.

 

La realidad es que hay muchos problemas por atender y solucionar ahora en la capital. Pero la vieja política sigue empeñada en vender proyectos que luego no llevan a cabo, como el que anunciaron en 2011 para construir un carril bici entre Añaza o San Andrés, o el anuncio de 2015 de que iban a ejecutar el Plan de El Toscal.

 

Hace tan solo un año el varapalo fue la anulación del PGO, que tanto se vendió en 2014, y que supuso la gran fuga de inversores al sur de la isla. Y como no, los 30 años que llevan esperando su parque marítimo los vecinos de Añaza.

 

Después de tanto tiempo, cualquier persona puede comprobar que todas las promesas contraídas por el equipo de gobierno de turno, CC con el apoyo del PP y el PSOE, nunca fueron reales. Y si no es así, entonces estaríamos hablando de la incapacidad de gestión de un gobierno municipal que no sabe ejecutar lo que se propone.

 

Ante esta situación, nosotros preferimos preguntarnos: ¿Cuál es el proyecto de ciudad de Santa Cruz de Tenerife de aquí a 2030?; ¿Cuál es su modelo productivo? Para así, después poder planificar y actuar. En este caso, desde la oposición, fiscalizar y proponer medidas que resuelvan los problemas de los ciudadanos, y luego, que contribuyan al desarrollo socioeconómico de la ciudad.

 

Este gobierno nunca ha tenido un modelo de ciudad, pero sí un modelo de política de promesas que siempre supieron que no cumplirían.

 

Que quede claro que Ciudadanos quiere que la refinería salga de la ciudad, pero sin manipulaciones electorales. Exigimos responsabilidad, transparencia y rigurosidad. Entonces ahí, sí estaremos con la mano tendida para trabajar por y para los vecinos de la capital. Y para que esto ocurra, debemos decirle a la gente que se deben aclarar muchas cuestiones, entre ellas, que una de las condiciones del acuerdo es que el Gobierno de Canarias facilite un sitio para alojar los bidones de Cepsa, ya que de no ser así la refinería nunca abandonará por completo la ciudad.

 

Es necesario también conocer la información veraz sobre la descontaminación del suelo, exactamente el grado de contaminación del mismo. Además, aparte de llamarse proyecto “Santa Cruz Verde 2030”, puesto que en el acuerdo suscrito no se expone ningún tipo de fecha para su finalización, podría haberse denominado 2040 o 2050. Y es que teniendo en cuenta esto, parece que todo lo anunciado es solo marketing, propaganda de la vieja política.

 

Pero la verdad es que hay cosas más prioritarias para la ciudad en estos momentos. Ciudadanos primero quiere oír hablar de salubridad y saneamiento, de seguridad, de atención social, de movilidad, de accesibilidad, es decir, de todas aquellas cosas que afectan a la vida diaria de los chicharreros.

 

Santa Cruz de Tenerife necesita hacerse valer por sus micro espacios verdes con más arboledas, con unos parques y jardines debidamente planeados, y por supuesto por sus zonas de baño. Y que se dé de una vez por todas luz verde a la debida planificación de aparcamientos, ya que tenemos el mayor déficit de toda Canarias. En definitiva, dejar de venderle a los santacruceros una realidad que ni existe, ni está proyectada.

 

Hay que trabajar de manera eficiente y determinante por conseguir una ciudad altamente cualificada. Y sin duda, a día de hoy, queda mucho trabajo por hacer para alcanzar estas metas, porque nada cambia, si tú no cambias.

 

* Enrique Rosales, es portavoz municipal de Ciudadanos (Cs) en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife.