* Artículo de opinión de Javier Amador
Decía el filósofo Zenón de Citio que “tenemos dos orejas y una sola boca, justamente para oír más y hablar menos”. Sabia recomendación que debería aplicarse el concejal de Podemos, Javier Doreste, porque cada vez que habla sube el pan. La última de estas salidas de tiesto fue el pasado martes en la comisión de pleno de desarrollo sostenible, donde mi compañera Beatriz Correas le hizo una pregunta al responsable del área de Urbanismo. La intención de la pregunta no era otra que saber si se había reunido con alguna asociación de vecinos de Mesa y López para comentar las obras de la Metroguagua. ¿La respuesta? “Siempre me preguntan a mí, la Falange es así”.
Sobra comentar la racionalidad de la respuesta, pero sí que resulta preocupante tener a un primer teniente de alcalde que reparte insultos a todo el que no piensa como él, y preocupa aún más la complicidad de sus compañeros de gobierno. Jamás hemos visto al alcalde de la ciudad, Augusto Hidalgo (PSOE), interceder a favor de los insultados, y eso que le hemos pedido amparo en más de una ocasión. Un señor me dijo el otro día que Doreste era el “tonto útil” de Hidalgo y Quevedo, calificativo al que jamás recurriría para criticar a ningún adversario político, pero sí que creo que Nueva Canarias y PSOE se esconden detrás de Podemos para ocultar su nefasta gestión.
Resulta cuanto menos curioso que Javier Doreste alegue que si a él le llaman comunista, tiene derecho a llamarnos falangistas a nosotros. ¿Saben cuál es la diferencia? Que él se autodefine como comunista y a mí me repugna la simple insinuación que me asocie con cualquier movimiento radical. Pero lo que a mí me ofenda da relativamente igual, lo que de verdad debe importarnos es su desprecio por vecinos, comerciantes, artistas, constructores y, en general, por quien se le pase ese día por la cabeza.
Los vecinos de Tafira que pedían una mejor obra para su carretera son unos “vendidos” a los partidos de la oposición, todos los empresarios son unos “especuladores”, los artistas que cobran por sus conciertos no hacen cultura, las empresas sin músculo financiero no pueden trabajar para el ayuntamiento… Quien esté de acuerdo con las anteriores afirmaciones debe sentirse bien representado por Podemos en Las Palmas de Gran Canaria. Quien sienta el mismo rechazo que yo debe saber que estas horribles ideas esconden políticas aún peores. Javier Doreste es para el tripartito el escondite perfecto.
*Javier Amador es concejal de Ciudadanos (Cs) en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.